viernes, 10 de febrero de 2012

Un reguero de versos
manando mansamente,
goteando en las aceras,
me descubrió la herida

por la que iba perdiendo
la risa a borbotones
hasta dejarme un día
ahíta de tristeza,
exangüe de alegría.

1 comentario:

  1. Mil veces he andado por la calle con ese peso en el alma que deja entrever tu poema; sabes decirlo bonito y cada una de tus palabras es una emoción que enlaza a otra in crescendo.

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